Cuando pensamos en esta expresión, se nos viene a la mente la palabra aventura. Por un momento queremos dejar atrás lo vivido y lanzarnos a descubrir el mundo. El cual está lleno de realidades, de libertad, sorpresas y de opciones infinitas que están abiertas a expandir y nutrir el alma.
Imaginamos que esta aventura nos traerá sorpresa, vitalidad y nuevos retos, que sabemos que no siempre serán fáciles, pero se guardarán por siempre en los tesoros del corazón. ¿Será eso a lo que se refieren los escritores cuando nos hablan de tesoros enterrados en tierras lejanas?
Y soñamos con mares calmos, pero también con tormentas que nos llevan a luchar para mantenernos a flote, con caletas y bahías que parecen escapar del paraíso, con colores nunca vistos, con seres jamás intuidos como, Sirenas y Tritones, monstruos, gigantescos moluscos y serpientes marinas.
Al hablar de elevar anclas, queremos invitarte a encontrar las aventuras de la vida, a enfrentar a los monstruos de tu mundo interno que se presentan a diario en retos, los cuales nos dejan sabiduría.
Te invitamos a encontrarte con la magia de tu corazón, que parece tan lejana, pero que solamente requiere un mapa para encontrarla. Déjala salir y haz que esa energía positiva entre a tu vida.
Por: María Sanz, psicoanalista
@mariasanzm
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